Un día glorioso

Mucha gente me dará palos por esto seguramente, pero no puedo evitarlo. Alegrarse de la muerte de un ser humano es algo deleznable, pero el problema viene cuando la muerte de una persona significa que otras cientos de miles de personas salvarán su vida. En tal caso no me queda otra que alegrarme.

Por ello mismo, hoy (aunque escribo la entrada un poco tarde) es un buen día. Hace 33 años España vio como el asesino que les gobernaba y dirigía moría. Aún hoy seguimos viendo como a este asesino se le sigue rindiendo homenaje en algunos lados, ya sea a modo de una calle, una estatua, unas medallas o un monumento hecho con mano de obra republicana esclava.

Ojala los actos de este asesino no queden impunes y tarde o temprano se puedan juzgar y hacer cumplir la Ley de Memoria Histórica (aunque le falten muchos puntos importantes). A los que dicen que ocuparse de esto es mirar al pasado en vez de mirar al futuro solamente les puedo decir que si hubiesen sido sus familiares los fusilados en el paredón su opinión cambiaría sustancialmente, me juego lo que sea. Y si me lo niegan es por dos razones: O son unas personas sin sentimientos ni escrúpulos o son unos hipócritas.