lunes, 1 de diciembre de 2008

Que se mueran... ¿los feos?

El Vaticano ha vuelto a cubrirse de gloria. Y ya he perdido la cuenta. Ahora vuelven a abrir la boca y, como no, ha vuelto a subir el pan. Han dicho que no hay que despenalizar la homosexualidad en el mundo porque se crearían nuevas discriminaciones. Olé sus (santos) huevos.

Ya nos han "abierto" los ojos con la condena del aborto y la prohibición del uso del preservativo. Todos sabemos que un cigoto, cuando los tocas fuerte, grita, y tiene sus sentimientos, su manera de pensar y todo eso. Y también sabemos todos que el preservativo transmite más enfermedades de las que evita. Es más, el espermicida es cancerígeno porque se mete por la uretra del hombre y por el útero de la mujer, provocando que se destruyan los órganos internos...

Y ahora toca la homosexualidad, ese despropósito del ser humano que va en contra de la Biblia y que sólo puede desembocar en el fin de la humanidad. Por eso es mejor que en algunos países te maten por ser gay, así se va reduciendo esa población...

Alguien debería decirle a la Iglesia que va siendo hora de pedir perdón por la cantidad de barbaridades e idioteces que sueltan por su boca cada vez que la abren, al igual que han pedido perdón por todas las muertes en nombre de la evangelización en América durante su descubrimiento. Y ya que estamos, pedir perdón por apoyar a los fascistas.

Pero ya sabemos cómo es la Iglesia, ya lo dice el propio Catolicismo: "Hay que sufrir en esta vida para disfrutar en la otra". Así que ya saben: No aborten, no usen preservativos, y si ven un o una homosexual mátenlo.

PD: Por si hay alguien que no lo haya pillado... esto es ironía. Sean respetuosos y coherentes. Los homosexuales son como tú y como yo (aunque les joda a algunos), el preservativo evita la transmisión de muchísimas enfermedades sexuales y el cigoto ni siente ni padece hasta unos meses después de la inseminación.

No hay comentarios: