Escrúpulos ausentes

A veces pienso si en la SGAE (no me voy a dignar ni a ponerles un enlace) les importa algo más que no sea llenarse los bolsillos. Sé que la respuesta es no, que ellos por la noche no tienen sueños húmedos, que tienen sueños morados (ya que si no me equivoco sus camas están rellenas de billetes de 500€, por eso no aparecen), que cada vez que alguien canta una canción con derechos de autor tienen un orgasmo, y que cada vez que alguien descarga algo de internet es como si sintiesen que les quieren penetrar por un lugar que no les apetece.

Si un niño se está muriendo y se organiza un concierto benéfico para recaudar fondos todo es muy bonito de puertas para afuera. Y digo de puertas para afuera porque para adentro se encuentran esos amantes de la carroña, los eurófilos, los que mueren por el dinero, los que no les importa si hay una vida de por medio. Ellos han de cobrar porque si no se sienten como si les hubiesen dejado a medias en la cama. Mientras David Bisbal (nos guste o no su música hay que reconocer que es un señor no cobrando) actúa gratuitamente para ayudar a este chaval, la SGAE se encuentra ya con la mano extendida y reclamando 5000€.

¿Dónde se encuentra la señora González-Sinde? La recientemente nombrada Ministra de Cultura está ante un dilema: O deshonrar a sus amigos eurófilos (con los que supongo tendrá en común las camas rellenas de billetes morados) diciendo que es vergonzoso lo que han hecho, o cabrear aún más a aquellos internautas, bloggueros y personas en general que no la tragamos haciéndose la loca en este tema... En su mano está demostrar si la Ministra tiene sentimientos o si por el contrario forma parte de la comunidad sin escrúpulos y eurófila.

Edito: Han rectificado. Pero no les quita que sean unos carroñeros sin escrúpulos.