Una vez más la Iglesia española ha demostrado su postura radical, ultraconservadora y ultracatólica. Mientras que el Papa, otro que no destaca por ser innovador, ha decidido recular y admitir que el preservativo (más que sea) sirve para prevenir el avance del SIDA, la Conferencia Episcopal Española recalca su "uso inmoral en cualquier contexto".
Esto, quieras que no, ya es un paso adelante. De prohibirlo por todos los métodos y llegar a insinuar que no sirve para parar el SIDA, ha llegado el momento de decir que sí, que sí funciona contra el SIDA. Pero la Iglesia española no quiere verlo. O mejor, no quiere admitirlo. Si por algo se conoce a la Iglesia Católica es por saber la verdad y mentir sobre ella para preservar sus intereses. Saben que el SIDA es un mal que ataca a millones de personas, sobre todo en África, y aún así no reconocen que el preservativo funciona. Allá ellos. Con su postura radical e irracional no hacen otra cosa que aumentar el número de personas en su contra y, de paso, que los jóvenes crezcan odiando a la Iglesia y siendo agnósticos o ateos.
Siendo sinceros, me gusta que la Iglesia española piense así por esa razón: se ganarán más enemigos y la gente dejará de creer sus mentiras para salvaguardar sus verdades. A ver si, por un milagro llega un partido de izquierdas al Gobierno de España (cosa casi imposible por la Ley Electoral) y de una vez se le quita la subvención del Estado y se mantiene como lo que es, una empresa privada con fondos privados y no públicos. Ya es hora de que la Iglesia deje de chupar del bote.
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