martes, 7 de diciembre de 2010

Pérdidas por caprichos

Datos muy duros los arrojados por las compañías aéreas y el sector turístico. 500 millones de euros son las pérdidas aproximadas por la cara bonita de los controladores aéreos. Pero eso pronto puede acabar. Ya hay más de 200 casi listos para tomar el relevo en tres meses.

Ya era hora de que se formaran nuevos controladores para, en caso necesario, poder echar a aquellos que se pasen todos los días buscando excusas para hacer huelgas. Los más de 400 expedientados tienen muchas papeletas para convertirse en parte de los despedidos por su gracia del otro día.

El problema será que se les empiece a subir a la cabeza su trabajo igual que a sus compañeros, puesto que con esos sueldos desorbitados uno siempre quiere trabajar menos y seguir cobrando lo mismo... o más. Un mayor control de los sueldos y, sobre todo, más controladores preparados para hacer sustituciones a los rebeldes puede ayudar a que ese colectivo deje de creerse intocable y comiencen a trabajar de una vez como la gran mayoría de los mortales.

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